The High and the Low in Politics: A Two-Dimensional Political Space for Comparative Analysis and Electoral Studies
Abstract
This paper introduces an indispensable dimension for the spatial and comparative analysis of party systems, cleavages, and the conduct of political campaigns. It presents the concepts of “high” and “low” in politics and the high-low dimension, which concerns ways of appealing (and thus relating) to people in sociologically differentiated ways. Politicians on the high are “well behaved,” more restrained, and proper, both in manners and institutional procedures. Politicians on the low sublimate less and are more down-to-earth, coarser, earthier, and personalistic, both in manners and institutionally. The high-low dimension is fully neutral, or orthogonal, with regard to the left-right axis, in contrast to Kitschelt’s authoritarian/libertarian divide or Inglehart’s materialist/post-materialist political cleavage. The paper also provides a solid conceptual discussion of the classic and almost universal polarity between left and right, which (like the high-low axis) is in fact comprised of two subdimensions.
Together, the high-low and left-right dimensions make up a two-dimensional space of politics highly useful for characterizing certain political arenas and political strategies. The concept of “low” moreover provides a much-needed, uncontroversial, and highly intuitive definition of populism. It also brings to the fore the neglected phenomenon of anti-populism. Finally, the paper illustrates the relevance of the high-low dimension in Argentina, with its “double political spectrum” divided between Peronism and anti-Peronism, Venezuela with Chavismo and anti-Chavismo, and Ecuador.
Resumen
Este artículo introduce una dimensión indispensable para el análisis espacial y comparativo de los sistemas de partidos, ciertos clivajes y la conducción de campañas políticas. Presenta los conceptos de “alto” y “bajo” en la política y la dimensión alto-bajo, que tiene que ver con modos de atraer (y entonces relacionarse) con la gente en modos sociológicamente diferenciados. Los políticos en lo alto son “bien educados,” comedidos y “proper” (o “como debe ser”), tanto en modales como en procedimientos institucionales. Los políticos en lo bajo subliman menos y tienen menos inhibiciones, son más crudos, prácticos, terrenales y personalista, tanto en modales como institucionalmente. La dimensión alto-bajo es enteramente neutral o perpendicular en relación al eje izquierda-derecha, en contraste con el eje autoritario/libertario de Kitschelt o el clivaje materialista/post-materialista de Inglehart. El artículo también provee una sólida discusión conceptual de la polaridad clásica y casi universal entre izquierda y derecha, que (como el eje alto-bajo) está compuesto de hecho de dos sub-dimensiones.
Juntas, las dimensiones alto-bajo e izquierda-derecha conforman un espacio bidimensional muy útil para caracterizar ciertas arenas políticas y estrategias empleadas por los políticos. El concepto de “bajo” provee además una definición no controvertida y muy intuitiva del populismo. Llama la atención también sobre el descuidado fenómeno del anti-populismo. Finalmente, el artículo ilustra la pertinencia de la dimensión alto-bajo en la Argentina, con su “doble espectro político” dividido entre peronismo y anti-peronismo, en Venezuela con el Chavismo y anti-Chavismo y, históricamente, en Ecuador.