Radical Democracy in the Andes: Indigenous Parties and the Quality of Democracy in Latin America
Abstract
I explore whether recently formed indigenous political parties in Ecuador and Bolivia are fulfilling their promise to improve the quality of local government by establishing institutions that promote intercultural cooperation and the participation of individuals and civil society groups. To the extent that such improvements have occurred, I seek to identify the conditions under which they succeed. I argue that under certain conditions even "least-likely cases" for the establishment of radical democratic models can produce positive changes in relations among hostile ethnic groups, shift resources toward underserved populations, and create spaces for citizens and civil society groups to deliberate public spending priorities. Such models are most likely to work when indigenous parties and their social movement sponsors are able to (1) maintain internal unity and solidarity; (2) develop distinct, complementary roles; (3) attract charismatic, talented mayors who are willing and able to work across ethnic lines; (4) reelect successful mayors; and (5) attract resources and technical support from external donors.
Resumen
Exploro si los partidos políticos indígenas recientemente formados en Ecuador y Bolivia están cumpliendo su promesa de mejorar la calidad del gobierno local a través del establecimiento de instituciones que promuevan la cooperación intercultural y la participación de los individuos y los grupos de la sociedad civil. En la medida en que estas mejoras hayan ocurrido, busco identificar las condiciones bajo las cuales ellas han tenido éxito. Sostengo que bajo ciertas condiciones aún los “casos más improbables” para el establecimiento de modelos democráticos radicales pueden producir cambios positivos en las relaciones entre grupos étnicos hostiles, orientar recursos hacia poblaciones desatendidas y crear espacios para que los ciudadanos y los grupos de la sociedad civil deliberen acerca de las prioridades de gasto público. Es más probable que estos modelos funcionen cuando los partidos políticos indígenas y los movimientos sociales que los respaldan están en condiciones de: (1) mantener la unidad interna y la solidaridad; (2) desarrollar roles sociales distintos y complementarios; (3) atraer alcaldes carismáticos y talentosos que están dispuestos y capacitados para trabajar cruzando las divisiones étnicas; (4) reelegir a los alcaldes exitosos; y (5) atraer recursos y apoyo técnico de parte de donantes externos.