Working Papers

"Argentine Unions since 1955: Power and Politicization in a Weak Party System"

Author
James McGuire
Abstract

Abstract

This paper argues that a strong causal relationship exists between factional struggles in the Peronist union leadership, the absence of a strong Peronist party, and Argentina's post-1955 problems in consolidating democracy. During Argentina's three most recent civilian governments-those of Illia, Juan and Isabel Perón, and Alfonsín-conflict among Peronist union leaders played a major role in subverting incipient efforts at Peronist party institutionalization. Deprived in part by their own factional struggles of an effective Peronist party organization, the powerful Peronist union leaders have expressed their broad political demands primarily through large-scale strikes and demonstrations. This mode of political expression has created a climate of instability poorly suited for economic development and propitious for military coups. Lacking a strong stake in the party system, moreover, many Peronist union leaders have supported (1966) or resigned themselves to (1976) military intervention.

Resumen

Este trabajo arguye que existe una fuerte relación causal entre las luchas facciosas de los jefes sindicales peronistas, la ausencia de un partido peronista fuerte, y los problemas que ha tenido la Argentina después de 1955 en consolidar la democracia. Durante los tres gobiernos civiles más recientes en la Argentina-los de Illia, de Juan e Isabel Perón, y de Alfonsín-los conflictos entre los líderes sindicales peronistas subvertieron los esfuerzos incipientes de institucionalizar el partido peronista. Privados en parte por sus propias luchas facciosas de un partido peronista bien organizado, los poderosos líderes de los sindicatos peronistas han expresado sus demandas políticas principalmente a través de huelgas y grandes manifestaciones. Este modo de hacer política ha creado una inestabilidad poco adecuada para el desarrollo económico y propicio para golpes militares. Más aún, ya que su interés en el sistema del partido es mínimo, muchos líderes sindicales peronistas han apoyado (1966) o se han resignado (1976) a la intervención militar.