Working Papers

"¿Pobreza = Frustración = Violencia? Crítica empírica a un mito recurrente"

Author
Eugenio Tironi
Abstract

Abstract

This paper examines the hypothesis that there is a positive association between poverty and the predisposition towards collective violence. The author presents the results of a survey carried out in 1988 among marginal and middle-class sectors in Santiago, Chile, with indices of "orientation towards violence," "frustration," "adaptation/resignation," and "coercion." The survey results tend to contradict the hypothesis. The urban poor of Santiago do not show a greater orientation towards violence than the middle class: on the contrary, they show a marked predisposition towards resignation, with the exception of a small group that shares a particular political socialization. Moreover, the results show that the marginal urban sectors are more affected by state coercion than by socioeconomic frustration, which also contradicts the hypothesis that poverty produces attitudes and demands directed towards purely economic ends. This leads to the conclusion that it is wrong to think of urban marginal sectors as a group with explosive demands, capable of destabilizing the transition to democracy in Chile, since they have a much greater interest in democracy than is often supposed.

Resumen

El propósito de este paper es someter a prueba la hipótesis según la cual hay una asociación positiva entre la condición de pobreza y la predisposición hacia la violencia colectiva. Para esto se presentan los resultados de un survey efectuado en 1988 en sectores marginales y en sectores medios de Santiago (Chile), con índices de "orientación a la violencía," "frustración," "adaptación/resignación" y "coerción." Esta información contradice la hipótesis mencionada, pues los pobres urbanos de Santiago no muestran una orientación a la violencia superior a la de los grupos medios; en cambio, manifiestan una marcada predisposición a la resignación, a excepción de un pequeño núcleo que comparte una particular socialización politica. Al mismo tiempo la información indica que los marginales urbanos son más sensibles a los efectos de la coerción estatal que a los efectos de la frustración socio-económica, lo que contradice tambien la hipótesis segun la cual la pobreza produciría actitudes y demandas orientadas por fines puramente económicos. Esto lleva a concluir que no hay razones para imaginar a los marginales urbanos como un grupo con demandas explosivas, capaces de desestabilizar la transición a la democracia en Chile, pues estan mucho más interesados en ella de lo que muchas veces se supone.