Delegating Away Democracy: How Good Representation and Policy Successes Can Undermine Democratic Attitudes
Theories of democratic legitimacy argue that people who believe that the government is well managed and that the government represents their interests are likely to defend the democratic status quo. Principal-agent theory predicts, however, that these same groups are also more likely to support the executive taking steps to restrict free speech or opposition rights via delegative democracy. Citizens who feel represented by an ideologically sympathetic and competent executive may be willing to delegate to him or her authority to restrict the opposition, even at the expense of civil rights. Survey data from eighteen Latin American countries from 2006 to 2012 are consistent with the principal-agent hypothesis; those who voted for the ruling party in the previous election or who perceive that the economy is strong are more likely to favor restrictions on civil rights for regime opponents. Political winners are particularly likely to display low levels of tolerance for expressions of opposition in polarized party systems. Thus, for democracy to prosper, it must not only satisfy the losers of political and economic processes but also find ways to encourage winners to exercise restraint.
Resumen
Las teorías de la legitimidad democrática sostienen que la gente que cree que el gobierno se maneja bien y que representa sus intereses es probable que defienda el statu quo democrático. Sin embargo, la teoría sobre las relaciones entre principales y agentes predice que es probable que estos mismos grupos acepten que el ejecutivo adopte medidas que restrinjan la libertad de expresión o a los grupos de oposición a través formas delegativas de democracia. Los ciudadanos que se sienten representados por un poder ejecutivo afín y competente pueden estar dispuestos a delegar en él la autoridad para restringir a la oposición, aún a expensas de los derechos civiles. Existen datos de encuestas en 18 países de América Latina entre 2006 y 2012 que son consistentes con la hipótesis de principal y agente: es más probable que aquellos que votaron por el partido de gobierno en la elección previa o que perciben que la situación económica es sólida apoyen las restricciones de los derechos civiles de los opositores al régimen. Quienes resultan ganadores en contiendas políticas son particularmente proclives a exhibir bajos niveles de tolerancia en sistemas de partidos polarizados. De este modo, para prosperar, la democracia debe no solamente satisfacer a los derrotados en los procesos políticos y sociales sino encontrar formas de contener a los ganadores.