"Open Regionalism: Lessons from Latin America for East Asia"
Abstract
This paper argues that we should expect the type of regionalism embodied by APEC to result in pure trade creation as opposed to trade diversion. The author emphasizes gains from trade that are not traditionally taken into account: the decrease in transaction costs from the reduction in red tape and the opportunity to exploit increasing returns to scale due to the expansion in market size accompanying the fall of regional barriers. In addition, the diffusion of the gains from trade throughout the population-via increased job opportunities and better wages-should result in an increase in aggregate demand that will increase the market size still further and-if increasing returns to scale are present-allow leverage costs of production to drop even lower, thus rendering the regional output still more competitive. He cautions, however, that there is absolutely no guarantee that real wages will rise with trade liberalization. Liberalization will increase labor demand but it may also increase labor supply by eliminating jobs in the agricultural sector: the result could be a fall in real wages. In consequence, he advocates skills training for dislocated labor and recommends that, rather than wait passively for the market to absorb excess labor, governments should, if necessary, bolster labor demand via infrastructure building projects.
Resumen
Este artículo argumenta que es de esperar que el tipo de regionalismo encarnado por APEC resulte en pura creación, en lugar de desvío, de comercio. El autor enfatiza ganancias comerciales que no son tradicionalmente tenidas en cuenta: la caída en los costos de transacción resultante de la reducción en intervenciones burocráticas y la oportunidad de explotar los crecientes rendimientos a escala debidos a la expansión en el tamaño de los mercados que acompaña la caída de la barreras regionales. Además, la difusión de las ganancias comerciales hacia toda la población-a través del incremento de las oportunidades de empleo y mejores salarios-debería resultar en un incremento en la demanda agregada que aumentaría aún más el tamaño del mercado y-si aparecieran rendimientos a escala crecientes-permitiría que los costos de producción cayeran aún más, haciendo de este modo al producto regional aún más competitivo. El autor advierte, sin embargo, que no hay absolutamente ninguna garantía que los salarios reales vayan a aumentar con la liberalización del comercio. La liberalización va a aumentar la demanda de trabajo, pero también la oferta, a través de la eliminación de puestos en el sector agrícola: el resultado puede ser una caída en los salarios reales. En consecuencia, el autor se manifiesta en favor del entrenamiento de la fuerza de trabajo desplazada y recomienda que, en lugar de esperar pasivamente que el mercado absorba la fuerza de trabajo excedente, los gobiernos estimulen, de ser necesario, la demanda de trabajo a través de proyectos de construcción de infraestructura.