The Evolution of Authoritarian Organization in Russia under Yeltsin and Putin
Abstract
This paper uses the case of Russia in the 1990s to demonstrate the utility of approaching transitional regimes not just as emerging democracies but as failed or unconsolidated authoritarian regimes. Even for many competitive or democratic regimes, it is essential to focus not just on the development of constitutions, civil society, or party systems, but on the success or failure of efforts to build institutions to eliminate opposition and maintain political control. I examine the evolution of state and party organizational strategies by Yeltsin and then Putin to consolidate power and the impact of these strategies on regime competitiveness. First, I demonstrate how state and party weakness under Yeltsin in the early 1990s promoted political contestation in important ways. In turn, stronger state and party organization under Putin undermined political competition. Next, I show how organizational strategies taken reflected a logic of learning by trial and error. The failure of initial organizational forms to reduce contestation led to adoption of new approaches, culminating in Putin’s decision to create a highly centralized state structure and single ruling party.
Resumen
Este artículo usa el caso de Rusia en los 1990s para demostrar la utilidad de abordar a los regímenes en transición no sólo como fueran democracias emergentes sino como regímenes autoritarios fallidos o no consolidados. Aún para muchos regímenes democráticos competitivos, es esencial concentrarse no simplemente en el desarrollo de las constituciones, la sociedad civil o los sistemas de partidos sino en el éxito o fracaso de los esfuerzos para construir instituciones para eliminar a la oposición y mantener el control político. Examino la evolución de las estrategias organizacionales del Estado y los partidos que Yelstin y Putin llevaron adelante para consolidar el poder y el impacto de estas estrategias sobre la competitividad del régimen. Primero, demuestro cómo la debilidad estatal y partidaria bajo Yeltsin en los tempranos 1990s promovió la contestación política de maneras importantes. En cambio, un Estado y organizaciones partidarias más fuertes bajo Putin minaron la competencia política. Luego, muestro cómo las estrategias organizacionales adoptadas reflejan una lógica de aprendizaje por ensayo y error. El fracaso de las formas organizacionales iniciales para reducir la contestación llevó a la adopción de nuevos abordajes, que culminaron en la decisión de Putin de crear una estructura estatal altamente centralizada y un partido gobernante único.