"Mexican Business and the State: The Political Economy of a 'Muddled' Transition"
Abstract
In the late 1970s and early 1980s Mexico, in common with most of Latin America, experienced heightened levels of conflict in state-private-sector relations along with growing politicization on the part of domestic entrepreneurs. In contrast to most other authoritarian regimes in the region, however, conflict in state-business relations stopped short of rupture and business elites' political activation failed to facilitate a full-fledged transition to democracy. While democracy may evolve in the future, business elites have thus far only succeeded in ushering in a process of partial and segmented political liberalization which has tended to reinforce, rather than erode, the basic pillars of authoritarian rule. The main argument developed in this paper is that Mexican entrepreneurs' failure to play a role similar to that performed by other business elites in authoritarian settings during the early 1980s was due to the comparatively greater capacity of the Mexican government to both initially withstand and then effectively respond to business elites' demands. That capacity was, in turn, dependent upon the Mexican state elites' command over large economic and political resources, relative to those controlled by other Latin American authoritarian elites. The first section of the paper examines the conditions that led to high levels of state-private-sector conflict and growing politicization of Mexican business elites during the 1970-1982 period. The second section analyzes the process through which the government managed to deal with and relatively rapidly undermine business elites' opposition after 1982.
Resumen
A fines de los años setenta y principios de los ochenta, México, al igual que la mayor parte de Latinoamérica, experimentó altos niveles de conflicto en las relaciones entre el estado y el sector privado junto con una creciente politización de los empresarios locales. Sin embargo, en contraste con la mayoría de los regímenes autoritarios de la región, el conflicto en las relaciones entre el estado y los empresarios no llegó a la ruptura y la activación política de las élites empresariales no alcanzó a promover una completa transición hacia la democracia. Aunque existe la posibilidad de una evolución hacia la democracia en el futuro, las élites empresariales sólo han conseguido hasta ahora desencadenar un proceso de liberalización política parcial y segmentada, el cual ha tendido a reforzar, en lugar de desgastar, los pilares básicos del régimen autoritario. El principal argumento que se desarrolla en este ensayo es que el fracaso de los empresarios mexicanos en desempeñar un papel similar al de otras élites empresariales en regímenes autoritarios a principios de la década de los ochentas se debió a la mayor capacidad del gobierno mexicano tanto de resistir inicialmente como de responder posteriormente con efectividad a las demandas de las élites empresariales. Dicha capacidad dependió, a su vez, del control por parte de las élites estatales mexicanas de gran cantidad de recursos económicos y políticos, en relación a aquéllos manejados por otras élites autoritarias latinoamericanas. La primera parte del ensayo analiza las condiciones que condujeron a altos niveles de conflicto entre el sector estatal y el privado así como a una politización creciente de las élites empresariales mexicanas durante el período comprendido entre 1970 y 1982. La segunda parte analiza el proceso a través del cual el gobierno logró manejar y desactivar relativamente rápido la oposición de las élites empresariales después de 1982.