Abstract
The first half of this paper argues that Brazilian political parties are uniquely underdeveloped. In contrast to the situation in the other more developed countries of Latin America, Brazilian parties have appeared and disappeared with remarkable frequency. The catch-all parties have limited autonomy with respect to the state, and parties have comparatively weak penetration in civil society. In these parties, the attachment of politicians to their parties is exceptionally weak. Politicians often change parties, and party discipline and cohesion in congress are very low. The second half of the paper examines some systemic causes of party underdevelopment. Because of the country's extreme social and economic inequalities, the masses do not participate effectively in the political system, and most of the electorate is relatively indifferent to issues and parties. The state bureaucracy, rather than parties and the legislature, has been the major focal point of Brazilian politics; this situation is inimical to party development. In response to the complex demands created by the combination of a presidential system, a fragmented multiparty system, and federalism, presidents have consistently attempted to undermine parties. Finally, Brazilian politicians have attempted to prevent more effective parties from emerging, believing that party loyalty and more disciplined parties would limit their ability to attend to their clienteles.
Resumen
La primera parte de este artículo argumenta que los partidos políticos brasileños son singularmente subdesarrollados. A diferencia de la situación en otros paises más desarrollados de América Latina, los partidos brasileños han surgido y desaparecido con notable frecuencia. Los partidos "catch-all" poseen autonomía limitada con respecto al Estado, y tienen débil penetración en la sociedad civil. Los lazos de lealtad de los políticos a sus partidos son excepcionalmente débiles. Los políticos cambian con frecuencia de partido, siendo la disciplina partidaria y la cohesión en el Congreso bastante bajas. La segunda parte del artículo examina algunas de las causas sistémicas del subdesarrollo partidario. Debido a las extremas desigualdades económicas y sociales del país, las masas no participan efectivamente en el sistema político, en tanto que la mayoría del electorado permanece relativamente indiferente a los debates políticos y los partidos. La burocracia estatal, más que los partidos y la legislatura, ha sido el eje central de la política brasileña; esta situación inhibe el desarrollo partidario. En respuesta a las exigencias complejas creadas por la combinación de un sistema presidencial, de un sistema de partidos fragmentado, y del federalismo, los presidentes han tratado consistentemente de socavar los partidos. Finalmente, los políticos brasileños han intentado prevenir el surgimiento de partidos políticos más efectivos, ya que partidos más disciplinados y la lealtad partidaria podrían limitar su capacidad para atender a las clientelas.
