Working Papers

A Tale of Two Priests: Three Decades of Liberation Theology in the Brazilian Northeast

Author
Jan Hoffman French
Abstract

Abstract

This paper examines two successful rural struggles in the semiarid backlands of northeastern Brazil that were shaped by, and helped define, two generations of pastoralagents inspired by liberation theology. The first was the movement for recognition and land by a group of rural workers who were to become the Xocó tribe in the wake of the formation of the Indigenist Missionary Council of the Catholic Church and the implementation of the Indian Statute in the early 1970s. Their struggle began in 1971, during the darkest days of the military dictatorship, when Frei Enoque, a Catholic seminarian associated with Hélder Câmara, came to Sergipe to minister to the rural poor. The second involved a community of rural workers, neighbors of the Xocó, who gained recognition and land as a quilombo (community of descendants of fugitive slaves) under the 1988 Constitution. The quilombo movement, which began in 1992, was nurtured by Padre Isaías, a priest born and raised in Sergipe, and the nuns and lay religious workers of the Pastoral Land Commission, who supported and cajoled members of the community to pursue a new legal identity. I use the stories of these two struggles, so closely tied to the Catholic Church and its pastoral agents, to explore what is meant when we say that the Brazilian Church became more conservative in the transition from dictatorship to democracy. The goal is to historicize our understanding of liberation theology as a project implemented by successive generations of priests, nuns, and bishops. The claim that progressive Catholicism has “failed” ignores the continuing importance of liberation theology doctrine as part of the Church’s local relations with the rural poor. This paper compares these two struggles in terms of their relationship to the internal politics of the Church within the context of shifting Church-State relations and uses them as two examples of how liberationist Catholicism has continued to shape the work of pastoral agents and the people who live in the backlands.

Resumen

Este trabajo examina dos luchas rurales exitosas en los territories semiáridos del Nordeste de Brasil. Dos generaciones de agentes pastorals inspirados por la teología de la liberación dieron forma y fueron definidas por estas luchas. La primera fue el movimiento por el reconocimiento y la tierra llevado adelante por un grupo de trabajadores rurales que devendrían la tribu Xocó en vísperas de la formación del Consejo Indigenista Misionario de la Iglesia Católica y de la implementación del Estatuto Indio en inicios de los años 70s. Su lucha comenzó en 1971, durante los días más oscuros de la dictadura militar, cuando Fray Enoque, un seminarista católico asociado a Hélder Câmara, llegó a Sergipe para predicar a las poblaciones rurales pobres. La segunda involucró a una comunidad de trabajadores rurales, vecinos de los Xocó, que fueron reconocidos y recibieron tierras en su condición de quilombo (comunidad de descendientes de esclavos fugitivos). El Padre Isaías, un sacerdote nacido y criado en Sergipe, las monjas y los trabajadores religiosos laicos de la Comisión Pastoral de Tierras, apoyaron y persuadieron a los miembros de la comunidad para que obtuvieran una nueva identidad legal. Uso las historias de estas dos luchas, tan estrechamente ligadas a la Iglesia Católica y a sus agentes pastorales, para explorar qué queremos decir cuando decimos que la Iglesia brasileña devino más conservadora en la transición de la dictadura a la democracia. La meta es historizar nuestro entendimiento de la teología de la liberación como un proyecto implementado por sucesivas generaciones de sacerdotes, monjas y obispos. El argumento de que el catolicismo progresista ha fracasado ignora la continua importancia de la doctrina de la teología de la liberación como parte de las relaciones entre la Iglesia local y las poblaciones rurales pobres. Este trabajo compara estas dos luchas en términos de sus relación con la política interna de la Iglesia en el contexto de cambiantes relaciones Iglesia-Estado y las usa como dos ejemplos de cómo el catolicismo de la liberación ha continuado dando forma al trabajo de los agents pastorales y a la gente que vive en los territorios del Nordeste.